En el mundo hay más de una docena de actividades deportivas en las que intervienen animales, especialmente aves y mamíferos.
En alguna de estas actividades los animales compiten solos entre ellos y en otros lo hacen de la mano de las personas, pero en todos los casos es necesaria la compenetración entre ambos y, generalmente, solo se gana con regularidad cuando el animal y la persona se complementan adecuadamente.
Refiriéndome a la colombofilia, se ha de entender que la deportista es la paloma y que el colombófilo es el entrenador. En el fútbol, por ejemplo, cuando un equipo no funciona, generalmente no se culpa a los jugadores sino al entrenador, que habitualmente es sustituido por otro, cuando no se obtienen los resultados deseados. Los equipos se refuerzan, pero nunca se eliminan a todos los jugadores.
En la colombofilia, cuando de forma reiterada y habitual, no hay triunfos, al igual que en el fútbol, el responsable es el entrenador, es decir, el colombófilo.
Un buen colombófilo puede tener mejores éxitos con palomas de calidad media, que un mal colombófilo con palomas extraordinarias.
No se trata tanto de saber de colombofilia, como de conocer a sus palomas y llevar a cabo un sistema sostenido en el tiempo, dedicándole mucha observación y aplicando mejoras sin sobresaltos ni cambios radicales.
Teniendo un buen palomar, aireado, con rejillas, sin humedad, soleado y limpio: pocas palomas en cada habitáculo, que disfruten del sol habitualmente, que se entrenen de forma paulatina pero prolongada, partiendo de buenas palomas y cruzando bueno con buena, observando el comportamiento de cada paloma, manteniendo una buena salud en el palomar, eliminando palomas enfermas y las que no dan resultados, aportándoles la ración y minerales adecuados, aplicando un sistema, conociendo las condiciones o cualidades físicas que han de reunir las palomas y aprendiendo a mantener una estrecha relación con las palomas hasta llegar a conocer si la paloma está o no está en condiciones de competir, PUEDE QUE SE EMPIECEN A COSECHAR ÉXITOS, porque entonces, se puede ser un buen entrenador o, por lo menos, llegar a serlo.
juan reboso.